En el contexto actual de crisis económica, los partidos políticos xenófobos están tomando fuerza. Los discursos xenófobos y las actitudes hostiles hacia los extranjeros se valen de los estereotipos, los prejuicios, el estigma y el rumor. Sin embargo, se están impulsando campañas de activismo anti-rumor. Como siempre, la mejor arma contra la injusticia es la información.
La xenofobia parte de una percepción de la sociedad y del individuo dual y opuesta: dentro/fuera. Para la mentalidad xenófoba, el mundo se divide en local y extranjero. Lo local contendría lo nacional, lo tradicional, lo conocido, lo cercano, encarnado en el “nosotros”. Por el contrario, lo extranjero contendría lo desconocido, lo extraño, lo ajeno, lo nuevo, encarnado todo ello en “los otros”. Esquemáticamente, podríamos imaginarlo como un círculo dentro del cual se ubicaría ese “nosotros” y todo lo que queda fuera del círculo sería “los otros”. Cualquier irrupción de los otros hacia el interior del círculo sería pues considerada una seria amenaza a la integridad de éste, a la integridad de ese “nosotros”; un peligro que amenazaría con difuminar la identidad del grupo y de los individuos que lo conforman. De ahí que los discursos xenófobos tomen siempre la identidad (local, nacional o cultural) como su pilar argumentativo. » Read more